martes, 10 de febrero de 2015

Mala Alai CAPITULO 42

Novela Laliter 
Mala Alai
Capítulo 42:


-Buenos días, mi nombre es Juan Pedro Bedoya, impartiré la clase de Filosofía. Si no entienden algo pido que pregunten y no sean tímidos, puedo ayudarlos en lo que esté a mi alcance- Comencé a dar la clase sin dar mucha mente a los alumnos- Ahora quieor saber sus punto ¿Alguien me puede decir el nombre de algún filósofo? Cualquiera...- un chico levantó la mano- Dime.
-Ricardo Arjona- todos rieron, incluso yo.
-Buena observación, señor...
-Arjona- todos rieron de nuevo- Perdón, señor. Soy Elías Bejamins.
-Bien...¿Alguien que aporte un filósofo de la história que no sea músico?- una chica levantó la mano.
-No me digas...Madonna- todos rieron.
-No, Sócrates.
-Muy bien ¿Su nombre?
-Jadesy Thirlwall.
-Bien, Jadesy...-miré una chica tecleando bajo la mesa, me acerqué a ella en silencio, todos nos miraban, di un golpe fuerte en su mesa y ella saltó de un susto, todos soltaron una carcajada. Ella me miro temerosa, miré miedo en su mirada, su boca estaba entreabierta con una repiración pausada- Si es tan importante lo que tiene que dice el mensaje, por favor dígaselo a toda la clase.
-No creo que quiera hacer eso- dijo temerosa.
-Claro que sí- le hice una seña para que pasara al frente, ella suspiró y se levantó.
-Dime el nombre de alguno de esos putos viejos chorcha flácida de los que está preguntando....¿Para qué?...¿Bromeas? Quieor llamar la atención de este papi, le haré...le haré una seña para que se le pare la chorca- suspiró, todos rieron-...Sócrates, Aristóteles, Heráclito...Gracias, me salvaste que se me venciera el condón que tenía guardado...-Todos volvieron a reír-...Y estaba respondiendo- pausó-...Está muy guapo-dudó...Yo estaba hipnotizado por su inocencia y su miedo.
-Prosiga- ordené suavemente.
-Ojalá algún día alguien como él se fijara en mí- mordió su labios. No podía negarlo, la niña me había encantado.
-¿Su nombre?
-Paulette Aguero.
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-¿Aguero?- pregunté.
-Ella tenía el mismo apellido de mi madre.
-Entonces no unió sus apellidos por su madre, sino por ella- él asintió, la rabia me carcomía. Peter Bedoya Lanzani...¿O Jane Bedoya? ¡¡No!! ¡Como puedes siquiera pensarlo! reclamaba mi psicópata interna.
-Paulette estaba embarazada- sus ojos se aguaron. Una punzada en mi pecho se agudizó.
-De usted- él asinió.
-Su padre lo hizo abortarlo y luego la mandó al internado. Prometió regresar cuando cumpliera 18 para casarse conmigo- sonrió. Yo sentía como me salía humo de los oídos.
-¿Qué hará cuando regrese?- dije entre dientes. Él bufó.
-Alai, ella no regresará.
-¿Ni usted la irá a buscar?- negó- ¿Por qué?
-Hasta hace tres semanas estaba dispuesto a esperarla o buscarla- me miró.
-¿Qué fue lo que le gustó de ella?
-Su inocencia, pureza, amabilidad, lealtad- decía con orgullo.
-Todo lo que yo no tengo- ¿Lo dije en voz alta?
-Alai- suspiró.
-No diga nada...sólo una cosa más...¿Aún la ama?- él me miró y presionó su mandíbula.
-No lo sé- bajó su mirada.
-¿Cuánto la amaba?- Soy una masoquista de mierda.
-Me entregué a sus manos de todas las maneras que posibles e imposibles- ¡Ve y matala! Mi psicópata ya estaba haciendo el plan macabro. Tomas sus ovarios y los estripas, sacas sus ojos y metes lo que queda de sus ovarios en los hoyos de sus ojos, le halas el cabello hasta que se le desprenda el cuero cabelludo, le taladras el craneo y sacas su cerebro, lo coces y se lo das de comer, la ahorcas con sus propios intestinos y...-¡Alai! ¿Qué piensas?
-Nada- dije molesta- ¿Cree que ella aún lo ame?
-No lo sé- dijo pensativo.
-Peter ¿Por qué se acuesta conmigo?
-¿Por qué lo haces tú?
-Respóndame- ordené.
-Alai tú eres la droga más dolorosa y placentera que existe. Amo la forma en que controlas todo y la odio a la vez. Tenerte bajo mi cuerpo es un sueño, es como ir al paraíso en el infierno, hacer el amor contigo es el placer carnal más exquisito que existe. Es el pecado más sucio y satisfactorio que he cometido. Tenerte en mi cama es como tener todo el mundo en tus manos pero que al mismo tiempo eres esclavo de tu propio trono. Me haces sentir poder sobre tu cuerpo y tu mente, poder que no tengo pero al tenerte adherida a mi piel te siento tan mía. Estar dentro de tí es el deleite perfecto. Eres la adicción más enfermiza y morbosa que existe, pero la más insaciable y poderosa. Es como un masoquismo delicioso y dulce. Siente Alai- me pegó a su cuerpo, sentí su erección contra mí-...Sólo con tenerte en mi vestida en mi cama haces que te desee como un depredador frente a una presa indefensa...Dime, Alai...Dime-susurraba en mi oído-...¿Qué sientes tú?
-Yo...yo- Peter, yo siento que tocarte es tocar el cielo con las manos sucias, morir y revivir-...No siento nada, nada más que simple placer- me senté en la cama.
-En ese caso, no quiero incomodarte- se levanto ¡Se va! ¡Se va!
-¡No se vaya!- dije alarmada- ¿Qué quiere que le diga?- me paré sobre la cama- ¡Que lo necesito! ¡Que pensar que Paulette regresa y usted se va con ella y me deja necesitando de sus caricias me mata! ¿Eso quiere que le diga? ¡Pues no! ¡Me da igual que se vaya con Paulette, con Carolina, con Marisol o con quien sea!- intenté salir pero él me empujó dejándome caer en la cama. Se lanzó sobre mí aplastándome y puso su frente sobre la mía.
-Alai, Alai, Alai, Alai...-presionaba sus ojos-...Eres una bruja- ¿Qué? Bruja la puta que lo parió- Amo tus celos- esbozó una sonrisa.
-Yo los odio, suficiente con los que tengo con Daniela, ahora viene celos ametralladora- ¡Uyyy! ¡¿Qué dije?!
-Ya no tienes fiebre...-besó mi frente-...Alai, te estás apoderando de mí- ¿Ah si?
-Peter, quiero que sólo sea mío- él abrió sus ojos.
-¿Qué?- me miró inquieto.
-Como lo oye, o las deja a todas o me deja a mí.
-No puedes hacerme eso, nadie nunca decide a quien dejo- se apartó de mí.
-Entonces ¿Renuncia a mí?
-Las dejaré a todas, excepto a Carolima- se miraba preocupado.
-No, o sólo conmigo...o sin mi- me levanté.
-No dejaré a Carolima- ¡Maldita sea! ¡Esa perra va a ganarme! No puedo permitirlo.
-Está bien, quédese con ella. Pero sepa que a mí, nunca me volverá a tocar- salí de la habitación. Entré a mi cuarto y comencé a tirar todo lo que había a mi paso ¡Maldita Carolina! ¡Maldita Paulette! ¡Maldito Peter! ¡Maldita Daniela! ¡Malditos todos!
Cuando amaneció fui a clases, me mantuve sola todo el día.
-Hola- llegó Leon con una rosa.
-¡No seas imbécil!- destrocé la rosa es su cara.
-¡Oye Alai! ¿Saldremos hoy?- preguntó Kean.
-Sal con esta- le mostré mi dedo. Y para mejorar el día, Peter con Carolina en plenas risas- ¡Leon!- él se acercó. Tomé a Leon con fuerzas y lo besé frente a Peter, él se levantó y se fue con Carolina.
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Cuando llegué a casa Daniela salió con Noah, Peter se alistaba.
-Ya voy, Carolina, estoy saliendo- hablaba por teléfono, mi sangre no podía arder más. Justo cuando bajaba sus ojos se encontraron con los míos- ¿No irás a ningún lado?
-Claro, sólo estoy esperando que Leon me venga a traer- él asintió y salió. ¡Esto no podía ser peor! ¿Cómo es que todo me salía tan mal? Habaía rechazado la invitación de Leon y Kean, Adam fue a ver a su familia a Bradford y Eleanor se fue Yorkshire con su madre. Mi teléfono sono- Hola- dije sin ánimos.
-Mi amor...-era Simon, esto no podía estar más agrio.
-¡Simon! ¡Ven! Ahora mismo, vamos a fajar ¡Corre!- colgué. Corrí a la cocina, me tomé una aspirina y chupé tres limones, a la hora ya no tenía nada. La puerta sonó y en efecto era Simon. Me lancé sobre él sin dejarlo hablar y lo desnudé por completo, debía hallar una forma de deshacer mi rabia. Lo lancé al suelo y lo besaba con desespareación, mordía sus labios y su cuello, él me quitó toda la ropa y me puso sobre él, me penetró rápidamente, comencé a moverme rápidamente y cerré mis ojos evitando cualquir pensamiento.
-Alai, cálmate ¿Qué te pasa?- decía Simon procupado.
-¡¡Cállate!!- seguía moviéndome. Arañé el pecho de Simon, cada vez iba más rápido y fuerte hasta que terminamos.
-Te amo- me abrazó en el suelo.
-¡Suéltame!- me levanté- ¡Y lárgate! ¡Ya no te necesito!- me vestí.
-Alai...¿Quién fue?
-¿Quien fue qué?
-Quien te quitó la virginidad...
-Eso no te importa ¡Lárgate!- subí las escaleras y me lancé en mi cama a llorar como estúpida. Recibí otra llamada- ¡¡¡Que!!!- contesté. Era Leon, me invitaba a una carrera de motos ilegales en la carretera abandonada. Me alisté y salí, tomé un maldito metro y llegué allá.
-Miren nada más, la barbie de Londres- se burló Anto.
-A mi no me extraña ¿Cuántos clientes hallaste ya?
-Tranquila, cariño. No te quité a ninguno de los tuyos.
-¡Alai!- llagaron Leon y Kean.
-¿Qué hay inútiles? ¿Cuánto les mide el purro hoy?- reí.
-Que juguetona, apuesto que ni arrancar la motocicleta puede ¡Syd!- Syd llegó.
-Hola, Alai- me sonrió.
-Hola, mangoneado- Kean y Leon rieron.
-¿Ya va a comenzar? ¿Nadie más?- preguntó Syd.
-Apúntame, le mostraré a esta niña lo que es una carrera.
-Apúntame tambien, Syd- dije segura.
-¿Tu corres?- jadearon impresionados.
-¡Apúntame, maldita sea!
-Aqui no esta la mami de Las Vegas- se burló.
-Con mi madre no te metas, perra hija de cualquier zorra- la empujé.
-¡Eres una estúpida!- me dio una bofetada, yo se la regresé, ella cayó al suelo, comencé a patearla sin control.
-¡¡Vete a comer mucha mierda!! ¡Asi de la diarrea más potente que encuentres!! Ojala te metan un purro tan enfermo que con solo velro te contagies, perra- Syd me apartó- ¡Suéltame, pendejo! Te dieron agua de calzón maldito- pataleaba. Anto se levantó, se hizo la fuerte y se subió a la moto. Yo tomé otra moto y la carrera comenzó, sólo aceleré lo más que podía recordando como Peter me había dejado por Carolina, nisiquiera miraba por donde iba, sólo aceleraba sin control. Pero tuve una idea mejor que ganar. Aceleré aun más para quedar frente a Anto, me detuve por completo frente a ella de forma horizontal, no puedo parar y chocó contra mí, yo caí bajo ambas motos pero ella, ella salió por los aires y cayó no sé donde putas. Todos corrieron a ayudarnos. Escuché las sirenas de la policía.
-¡Mierda, Alai, vámonos!- Leon me tendió su mano, nso subimos en una motocicleta y salimos fuera de ahí. Llegamos a la casa de Peter y él estaba ahí con el teléfono en la mano.
-Ya está aquí, tranquilo Noah, no vengas todavía- colgó- ¿Dónde carajos te metiste? ¿Por qué estás sangrando?- señaló mi frente.
-Si estás sangrando- señaló Leon.
-Tú, largo- dijo furioso, Leon se fue- ¿Dónde estabas? Llamé a tu hermano, a tu novio, a medio mundo ¡¡¡Donde estabas!!- gritó.
-¡Usted a mi no me pide cuentas! ¡Me voy a la mierda! ¡Y sí, la mierda es un lugar muy agradable!- corrí hacia las escaleras.
-¡Espera!- me siguió- ¡No he terminado contigo!
-¡Pues yo sí! ¿No estaba fajando a la zorra de Carolina? ¿Por cuanto se vendió esta vez? ¿Por qué puesto? ¿Cuántos centímetros le creció el orto? ¿Cuántos hombres más estuvieron con ella? ¡Váyase al coño podrido y déjeme a mí en la mierda!
-¡Alai!- me tomó del brazo y me volteó- ¿Qué es esto?- me mostró una envoltura de un condón, el que usé con Simon.
-Una envoltura de condón- dije cínica.
-¡No me digas! ¡Pensé que era un empaque de toallitas húmedas de bebé! ¿Tu usaste esto?
-¡Si yo la usé, con Simon! ¡¡¡Y estuvo muy rico, más que con usted!!!- me lancé a la cama.
-¿Por qué? ¡Maldita sea, Alai!- me volteó- ¡Me duele la vida saber que fuiste de otro!- dio un golpe en la pared.
-¿Ya me entiende, no?- se quedó pensativo.
-Tú no entiendes, no es lo mismo.
-¡Es peor! ¡Lárguese! ¡Estoy harta de usted!- sentí el silencio y él se lanzó sobre mí y me besó con mucha fuerza- ¡Suelteme!- me arrancó la camisa y me besaba los pechos- ¡Sueltame, imbécil! ¡No quiero que me toques!
-Tú eres mía, Alai, que eso te quede muy claro, borraré las huellas de ese maldito de tu piel- presionaba sus dedos en mi espalda.
-¡¡No!! ¡No quiero! ¡Maldita sea! ¡Me está violando!- me soltó.
-Juro por el cadáver de mi madre que no volveré a tocarte- dio un portazo y se fue.
Así pasaron exactamente ocho días, sólo faltaba uno para que se acabaran las dos semanas que había quedad con Carolina en la apuesta, no había de otra, me iba al internado de Irlanda, justo cuando Paulette salía a camino libre con Peter, esto no podía ser mejor. Me encontré a Carolina en el baño.
-Pobrecita, no pudiste, Alai. Acéptalo, tú eres una niña y yo una mujer, te lo dije, intentaré extrañarte, y no te preocupes por Peter, yo lo cuido- dio una carcajada y salió.
¡Vamos, Alai! ¡Piensa!.....Esa perra no puede ganarte. Peter como lo juró, no me volvió a tocar, ni hablar más de lo necesario.
________Ya en casa__________http://www.youtube.com/watch?v=WWq6A2eEbPE
-¿Mañana se irán a Londres?- preguntó Peter.
-Sí, Daniela irá a Las Vegas a visitar a sus abuelos- dijo Noah.
-Que bien- siguió comiendo.
Llegó la hora de dormir, esto no podía ser peor, un mes de no salir de fiestas, incendiar ni hacer maldades, me sentía un león enjaulado, pero al menos no iba a dejar que Carolina se ganara la apuesta.
Yo disque llorando en la puerta de mi habitación.
-¿Te duele algo?- preguntó Peter a la par mía. Negué con la cabeza- ¿Qué pasa?- dijo serio.
-No importa- sollozaba.
-¿Quieres que llame a Noah? 
-¿Para que si al que necesito es a usted?- su rostro cambió. Se arrodilló frente a mí y limpió mis lágrimas.
-¿Qué pasa?- acarició mi mejilla.
-No me acosté con Simon, lo dije sólo para intentar darle celos, para que sintiera lo que yo siento. Pero la verdad es que no puedo, no puedo más, Peter...Lo necesito.
-Alai, mi Alai- me abrazó- No sabes el dolor que sentí cuando pensé que habías estado con otro...Alai, despues de tí no he estado con ninguna otra mujer, no quiero a ninguna otra que no seas tú- ¡Bieeeeeeeeen! ¡Ahora deja a esa zorra!
-Quiero que usted sea sólo mío y quiero ser sólo suya, Peter...No se aparte de mí, por favor.
-Nunca, Alai...Esta semana ha sido la peor de mi vida sin tí- me abrazó con más fuerza. Carito, Carito, ya quiero que sea mañana- Alai, en una semana cumples 18 años...y su madre los dejará vivir solos....Quiero que vayas a vivirte conmigo.
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MARATON (9-10)

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